""Al pueblo: pan y circo"... Algo de lo que ya se dio cuenta Juvenal a principios del siglo II. De él es la expresión "panem et circenses". Cien años de Imperio les fueron suficientes a sus dirigentes para percatarse de que el pueblo, simplemente, no cuenta. Mientras la gente tenga la tripa llena y el tiempo ocupado en divertirse, seguro que no se preocupa por lo que hacen sus gobernantes.
Esa estrategia inventada por los romanos la aplica a la perfección nuestro Estado paternal, el cual se preocupa de tener a sus hijos entretenidos mientras él diseña nuestra forma de vida. Lo que cambia es que ahora el pan es una confortable vida, y el circo, decenas de programas de televisión, cientos de partidos de fútbol y miles de productos que nadie se puede perder y que la publicidad pone al alcance de la mano."